Mantén tus pies sanos durante todo el año

Seguramente ya te has cansado de escuchar que los pies son una parte importe de nuestro cuerpo y así es. El cuidado de los pies debería ser un hábito en nuestro día a día. Y sin embargo, es una de las zonas que nos olvidamos de cuidarla. Nos despreocupamos durante el otoño y el invierno, al llegar la primavera y que se acerca el verano, nos fijamos en ellos y nos damos cuenta que los hemos ignorado, y el tiempo de las sandalias ya casi ha llegado.

Los pies soportan todo el peso del cuerpo y permiten el desplazamiento y el equilibrio. De ellos depende la salud de nuestras piernas y columna vertebral. Por eso te daremos consejos y soluciones prácticas para mantener tus pies sanos.

  • Asea tus pies a diario. Asegúrate de lavar bien los tobillos, las plantas, las uñas y los espacios entre los dedos.
  • Exfóliatelos. Debemos usar el exfoliante al menos una vez por semana. Podemos utilizar exfoliantes corporales o específicos para los pies.
  • Sécalos bien. El exceso de humedad y el calor, así como los restos de jabón, favorecen la proliferación de hongos y bacterias, por lo que es importante que dediques un tiempo a dejar los pies bien secos antes de ponerte cualquier calzado.
  • Hidrátalos. Realiza un masaje con  una crema hidratante después del lavado, sobre todo en los talones, la zona del pie que más se reseca y en la que pueden aparecer grietas. En caso de sequedad extrema aconsejamos aplicar vaselina, ponerse unos calcetines de algodón y dejar que actúe toda la noche. Al día siguiente realizaremos la higiene de los pies como de costumbre y aplicaremos crema hidratante.
  • Presta atención a la pedicura. No dejes que las uñas crezcan en exceso y córtalas siempre con forma recta/cuadrada para evitar que produzcan problemas al crecer.
  • Usa calcetines de materiales naturales. Apuesta por prendas elaboradas con materiales como el algodón, en lugar de los que contienen fibras sintéticas e impiden la correcta transpiración.
  • Elige un calzado cómodo y adecuado a ti. Utiliza un calzado flexible, transpirable, de anchura adecuada a tus pies y cómodo. Los tacones altos y estrechos deben evitarse dentro de lo posible.
  • Consulta a tu farmacéutico acerca de soluciones podológicas. Existen productos diseñados para aliviar los dolores provocados por las distintas patologías: almohadillas plantares, protectores antifricción, dediles y separadores para callos, taloneras… El farmacéutico podrá asesorarte acerca de los más adecuados a tus necesidades.

¡Sigue nuestros consejos y luce tus pies durante todo el año sin vergüenza!

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